El gobierno de Egipto ha presentado un descubrimiento arqueológico sorprendente: 250 sarcófagos procedentes del Periodo Tardío de los faraones, entre el 724 y el 343 a.C., que conservaban en su interior los cuerpos de las momias junto con varias estatuillas de bronce de diferentes divinidades egipcias.
Las momias proceden de la necrópolis de Saqqara, al suroeste de El Cairo, la capital egipcia. Saqqara fue la necrópolis principal de Memfis, la capital del Imperio Antiguo (entre el 2686 y el 2181 a.C.): allí se enterraba a los faraones, los miembros de la realeza y los nobles de la corte.
Los sarcófagos que se han descubierto ahora son posteriores: en lugar de piedra o metal, están hechos de madera y pintados con colores para representar a las personas enterradas, su origen y su posición.