En una de sus últimas publicaciones en Instagram, la psicóloga Júlia Martí ha abordado un tema silenciado en nuestra sociedad: la adolescencia que muchas personas no pudieron disfrutar debido a diferentes circunstancias y motivos.
Según la especialista, la adolescencia no solo es una etapa complicada, sino también el momento en que las personas empiezan a descubrir sus gustos, sus dilemas morales, a definir su personalidad y a vivir un proceso de individualización y separación de los padres: ''Una etapa necesaria en la que empezamos a hacernos preguntas para responder a la cuestión de quién somos''.
Basándose en su experiencia en consulta, la terapeuta ha explicado que no se puede asumir que todo el mundo vivió esa época cuando le correspondía, ya que, por distintos motivos (cargas familiares, grandes responsabilidades, traumas, supervivencia, etc.) hay personas que tuvieron que madurar antes de tiempo y saltarse el ciclo natural.
En su publicación, la psicóloga ha explicado que las personas que no pudieron disfrutar de ser adolescentes ni de tener las preocupaciones y los dramas típicos de esa edad sienten una gran presión por actuar según lo que otros esperan, lo que acaba resultando agotador.

Júlia Martí, psicóloga
''En muchas ocasiones, esta etapa pide paso cuando menos lo esperamos: con crisis existenciales, con ganas de cambios extremos, con decisiones que pueden parecer impulsivas, pero que son un grito a la necesidad de conexión de nuestras necesidades'', ha señalado la experta.
En el post de la plataforma de color rosa, Martí ha explicado que, en terapia,acompaña a estas personas en su proceso y les anima a ser un poco ''rebeldes'' para tomar las riendas de su vida y actuar sin ningún tipo de presión social, escuchando sus propias necesidades y deseos.
''La adolescencia ya no se puede recuperar''
La especialista ha enumerado una serie de señales que pueden indicar que estás viviendo la adolescencia que nunca tuviste. Si actúas con impulsividad y sientes ganas constantes de experimentar; te da miedo crecer, envejecer o asumir responsabilidades; buscas la libertad de forma extrema; te cuesta sostener vínculos estables o sientes que aún no sabes quién eres, entre otras cosas, es porque tuviste que ser adulta antes de tiempo, creciste en un entorno rígido y controlador en el que tu autonomía era castigada o porque tuviste que desconectarte de tus necesidades para sentirte aceptada en ese entorno.
Para concluir su reflexión, la psicóloga ha explicado que la adolescencia no se puede recuperar. No obstante, ha destacado que la terapia puede ayudar a integrar lo que quedó pendiente y a dar espacio a las emociones que nunca se expresaron.