Cuidar de nuestra salud es imprescindible, tanto a nivel físico como mental. De forma similar al cuerpo, el cerebro sufre las consecuencias de un día a día que a menudo puede ser agotador. Tan pronto como nos despistamos, podemos sentir dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones. El cuerpo debe estar limpio por dentro y por fuera, pero la mente también merece una atención especial.
Una de las personas más destacadas en España alrededor de esta causa es la psiquiatra Marian Rojas Estapé, actualmente la autora literaria de no ficción más vendida del país. Sus constantes intervenciones aportan reflexiones sobre nuestras acciones y sensaciones, y qué se podría hacer para mejorarlas. Durante una de sus últimas apariciones en plataformas digitales, la madrileña indagó en los beneficios del deporte para nuestra mente.
“Cuando haces deporte fabricas una sustancia, el PDNF, el factor neurotrófico derivado del cerebro, y lleva al cerebro a su máximo potencial. Previene el envejecimiento, previene problemas de salud mental, baja la inflamación. Es decir, el deporte ahora mismo debería ser obligado en la sociedad: hacer ejercicio todos los días, en las escuelas, en los jóvenes”, destacaba, puntualizando información compartida a través de estudios médicos.
“El último estudio publicado sobre ejercicio, fuerte, es que el deporte funciona igual que el antidepresivo. Ojo al estudio, está publicado, o la prevención de salud mental. Pongo rutinas distintas un poco a las típicas, por ejemplo: abrazar el dolor, acepto microdosis de dolor. ¿Por qué? Porque en esa cuerda, en ese equilibrio del placer-dolor, cuando más placer, menos tolerancia al dolor”, desvelaba, reiterando varios ejemplos de esta mecánica.

Marian Rojas Estapé
Resistencia al dolor
“Cada vez que yo consumo placer, al otro lado está el dolor tirando y tirando. ¿Qué se ha demostrado? Que si yo accedo a tener un poquito de dolor todos los días, es decir, tengo sed y no bebo, tengo hambre y no como, tengo ganas de meterme en Instagram y no lo hago, tengo frío y espero. Porque hoy en día es que cada impulso primario que tenemos lo satisfacemos, lo cual genera un sistema de recompensa completamente vulnerable porque me pone muy caprichoso”, se sinceraba.
“Entonces, sufre un pelín, no tengas miedo, o sea, no tengas miedo a abrazar un poquito el dolor. Al revés, se va a empezar a generar dopamina endógena, porque poco a poco tu organismo va a generar la dopamina porque no quiere que sufra”, concluía Estapé.