Kaufmann y Damrau, una pareja bávara (★★★✩✩)
Crítica de lied
El Palau de la ú acogió a dos astros de la lírica en un momento de veteranía y madurez, algunos dirán que declive, para un precioso repertorio de lied tardo-romántico
Diana Damrau y Jonas Kaufmann durante su recital de lied en el Palau de la ú Catalana
Jonas Kaufmann - Diana Damrau - Helmut Deutsch★★★✩✩
Lugar y fecha: Palau de la ú Catalana (08/IV/2025)
Reacción algo fría la del público del Palau, ¡hasta con cuatro teléfonos móviles interrumpiendo el concierto!, con posterior llamada de atención del propio Kaufmann, para luego bendecir una generosa Liederabend con una resolutiva Diana Damrau. Recital de dos astros de la lírica en un momento de veteranía y madurez, algunos dirán que declive, para un precioso repertorio de lied tardo-romántico.
Con obras inmortales del bávaro Richard Strauss, interpretado por dos compatriotas también bávaros, más un pequeño florilegio de lieder de Mahler. Un contrapunto estimulante, pues ambos compositores coetáneos fueron de los más grandes maestros del lied tardío.
Tanto Diana Damrau (Günzburg, 1971), como Jonas Kaufmann (Munich, 1969), han tenido carreras intensas, longevas, y han asumido ser referentes en su estilo, el del repertorio germánico, tanto en lied como en ópera. A ambos se les nota el paso del tiempo: más descontrolada ella en la tesitura, menos brillante y sólido él en su característica emisión.
Helmut Deutsch acompañó, meticuloso, al piano a la pareja bávara
Jonas llamó la atención con un convulso y revelador Geduld, op. 10 núm. 5 y Diana con un Freundliche Vision, op. 48 núm. 1 de elegante fraseo y articulación, en una primera parte dedicada a R. Strauss. El hecho de construir el repertorio como una especie de narración amorosa, compartiendo el escenario mientras uno cantaba y el otro, cómplice, seguía sus afectos, dio mayor implicación al programa. Impagable la ayuda de los subtítulos proyectados, fundamentales en el lied.
Entre los nueve lieder de Mahler que abrieron la segunda parte, destacó Kaufmann con los cuatro Rückert Lieder , por asumir con mayor grado de expresión esa música entre atormentada y angelical del compositor del Das Lied von der Erde . Su Ich bin der Welt abhanden gekommen fue de lo más notable del recital.
Ante la enésima interrupción por un móvil, un estupefacto Jonas pronunció un desolador “Really?”
El mejor Strauss llegó al final con tres de sus icónicos lieder: Morgen, Cäcilie y Ruhe, meine Seele , a pesar de la enésima interrupción por un móvil y con un estupefacto Jonas pronunciando un desolador “Really?”
Fundamental labor puntillosa y envolvente de Helmut Deutsch al piano, con dos astros en un fase donde la veteranía es un grado frente a unas prestaciones vocales menos brillantes de lo esperado.